miércoles, 19 de diciembre de 2012

48. La mentira inconfesable


  No fui yo quien los presentó. Tampoco insistí para que se vieran. Que se casen no tiene nada que ver conmigo. Julián la eligió. La conoce bien. Sabe a qué atenerse con ella. Digo, se supone que sí. Fueron tres años de noviazgo, un hijo...

  Todos creímos que cuando nació Martín él la dejaría. El médico le habló mucho de genética y de mala suerte. Yo sabía que el doctor se equivocaba pero igualmente le hablé a Julián del destino: cómo explicarle sino que Martín no era como  él.

  Con el tiempo hemos aprendido a disimularlo todo, incluso eso.

   Sí, sé que debería contarle.

  Sin embargo, si le digo también yo quedaré involucrada. Y no es cuestión de que sospeche de la existencia de gente como nosotros, incompleta.

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